Estudio de los Escritos Bahá’ís sobre Economía (Siete Parte)

Al principio, debe mencionarse que, en aras de la simplicidad, estudiaremos brevemente estos Escritos bahá’ís sobre economía sin profundizar demasiado en su importancia e implicaciones. Se pueden escribir volúmenes en cada uno de estos Escritos y cada uno podría ser objeto de una inmensa investigación. A medida que pase el tiempo nos daremos cuenta de su importancia y de cómo pueden y nos llevarán hacia un sistema económico totalmente diferente. Los economistas del futuro escribirán libros sobre cómo estos Escritos Sagrados cambiaron nuestras vidas espirituales, sociales y económicas. Por lo tanto, tenga en cuenta que la simplicidad del lenguaje y mis débiles intentos de compartir mi comprensión sobre los mismos, no les hace justicia. Hay muchos Escritos que podrían mencionarse aquí, pero elegí a propósito estos porque cubren muchas áreas relacionadas a la economía.

 

AGRICULTURA – EL AGRICULTOR

“… Debemos comenzar con el agricultor. Allí pondre­mos la base para crear sistema y orden, porque la clase obrera y agrícola superan a las demás en cuanto a la importancia de sus servicios.”  – Abdu’l-Bahá, Foundations of World Unity, p.39

“La cuestión de la economía debe comenzar con el agricultor y luego abarcar y terminar en las otras clases, ya que el número de agricultores es mayor que el de las demás clases, muchas veces mayor. Por lo tanto, es con­veniente que el problema económico sea resuelto prime­ro a nivel del agricultor, pues este es el primer agente activo en la sociedad. En suma, entre los versados en cada pueblo debe establecerse un consejo, y los asuntos de aquel pueblo deben estar bajo el mando de dicho con­sejo.”  – Abdu’l-Bahá, Extract from a Tablet to an individual believer, October 4, 1912, translation corrected in the World Centre, December 1985; cited in Lights of Guidance, p. 547

La base del sistema económico del futuro estará a nivel local y comenzará con el agricultor. El papel del agricultor es extremadamente importante porque las acciones de la industria alimentaria en la actualidad están afectando la salud y la supervivencia de la humanidad. La gente cuestiona la calidad de los alimentos que ponemos en nuestros cuerpos. Los métodos de producción de verduras, carne, granos, etc., son cuestionables por decir lo mínimo. La codicia en esta industria y los atajos en la producción se han relacionado con una mayor incidencia de enfermedades potencialmente mortales. Una nueva investigación apunta a la importancia de los alimentos orgánicos y las hierbas como cura para muchas enfermedades. Si el futuro de la medicina está en la prevención de enfermedades a través de la nutrición, los agricultores son vitales no sólo para proporcionarnos alimentos sino también para brindarnos salud.

 

TRABAJO Y PROFESIÓN

“ …Cada persona, no importa los impedimentos o limitaciones que tenga, esta bajo la obligación de dedicarse  a  algún  tra­bajo o profesión; pues el trabajo, sobre todo  cuando  se haga  en  un  espíritu de  servicio,  es,  según Bahá’u’lláh, una forma de adoración. Así, no solo tiene un propósito utilitario, sino que tiene su valor de por sí, ya que nos acerca más a Dios y nos permite comprender mejor Su propósito para con nosotros en este mundo. Es  evidente, por lo tanto, que el hecho de heredar riquezas no puede  dar motivo para que alguien esté exento del trabajo diario.”  – From a letter written on behalf of Shoghi Effendi to the National Spiritual Assembly of the Baha’is of the United States and Canada, March 22, 1937; cited in Lights of Guidance, p. 624 

“Por muy adelantada que fuera la mecanización, el hombre siempre tendrá que trabajar para ganarse la vida. El esfuerzo es parte inseparable de la vida del hombre. Dicho esfuerzo puede asumir diferentes formas, según las condiciones cambiantes que se dan en el mundo, pero estará presente siempre como elemento ne­cesario de nuestra existencia terrenal. La vida, después de todo,  es una lucha. El progreso se consigue mediante la lucha, y sin esta la vida carece de sentido; es más, se apaga. Los adelantos en la mecanización no han elimi­nado la necesidad del esfuerzo. Más bien le ha dado una nueva forma, una nueva expresión”   – Shoghi Effendi, Letter written to an individual believer, dated December 26, 1935, Lights of Guidance, p.551

“Asíos  firmemente al cordón de los medios materiales, poniendo toda vuestra confianza en  Dios,  el  Proveedor  de  todos medios. Cuando alguien se ocupe en un arte u oficio, ocupación es considerada ante Dios como un acto de adoración, y esto no es sino una prueba de su infinita generosidad que todo lo penetra.” –  Tablas de Bahá’u’lláh, La Decimosegunda Buena Nueva, pags. 26-27.

Todos pueden contribuir a la sociedad a través de su trabajo. No tiene que ser un trabajo físico, pero no hay lugar para la inactividad. Hay una satisfacción en trabajar, especialmente si trabajas con un sentido de servicio y luego se convierte en nuestra adoración diaria. Y al participar en el trabajo o en una profesión, estamos contribuyendo al progreso de la sociedad y a una civilización en constante avance. Adquirir virtudes es el objetivo y ganarse la vida es el medio.

 

SALARIO

“… El Maestro ha dicho claramente que las salarios han de ser desiguales, por la sencilla razón de que las hom­bres no son iguales con respecto a su capacidad y, por lo tanto, deberan recibir salarios conforme a sus distintas aptitudes y recursos.”  -Shoghi Effendi, Lights of Guidance, p.551

“Los jornales deberían ser lo suficientemente altos como para permitir que los trabajadores, con el importe que perciben, puedan ellos mismos ahorrar algo para tiempos de necesidad y desamparo.” – Abdu’l-Bahá, Some Answered Questions, revised edition (2014), p.317

“Ahora os quiero hablar de la ley de Dios. Según la  ley divina, a las empleados no solo debe pagarseles un salario. No, es más: en todo trabajo deben ser socios.” – Abdu’l-Bahá, Baha’u’llah and New Era, p.160

Como hemos discutido anteriormente, la igualdad absoluta de salarios es imposible porque cada hombre tiene diferentes capacidades y talentos. Pero a todos se les debe pagar lo suficiente para vivir una vida cómoda, una que sea aceptable desde todos los puntos de vista para que un trabajador sienta que ha sido apreciado por su trabajo. Su salario debería ser suficiente para cubrir sus gastos, proporcionar la educación de sus hijos y permitirle acumular algunos ahorros. Eso es un salario justo. Además, si a los trabajadores se les paga una parte de las ganancias de una fábrica o empresa, tendrán un sentido de propiedad y trabajarán más duro porque entienden los beneficios. Los propietarios deberán supervisar menos porque saben que los trabajadores son socios en el negocio y pueden relajarse y tener tranquilidad.

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