Profundización sobre la visión de Bahá’u’lláh de una Mancomunidad mundial (Primera Parte)

“Desde todo punto de vista el mundo de la humanidad está sufriendo una reforma. Las leyes de gobiernos y civilizaciones anteriores están en proceso de revisión; las teorías e ideas científicas se están desarrollando y progresan para hacer frente a un nuevo conjunto de fenómenos; las invenciones y los descubrimientos están penetrando campos hasta ahora desconocidos, revelando nuevas maravillas y secretos ocultos del universo material; las industrias tienen una extensión y producción más amplia; en todas partes el mundo de la humanidad se halla trastornado por una actividad evolutiva que indica la muerte de las viejas condiciones y el advenimiento de la nueva era de reforma”. -‘Abdu’l-Bahá:  La promulgación de la paz universal, p. 504.

“El equilibrio del mundo ha sido trastornado por la vibrante influencia de este más grande, este nuevo Orden Mundial. La vida ordenada de la humanidad ha sido revolucionada por medio de este Sistema único y maravilloso, nada semejante al cual jamás han presenciado ojos mortales.”  -Bahá’u’lláh:  El Kitáb-i-Aqdas, para. 181, p. 83.

“Es la superestructura de ese mismo Orden, la que, al alcanzar su estatura plena mediante el surgimiento de la Mancomunidad Mundial Bahá’í –el Reino de Dios sobre la tierra–, ha de presenciar la Edad de Oro de esa misma Dispensación en la plenitud del tiempo”.  -Shoghi Effendi:  Dios pasa, p. 68.

 

Preguntas:

  1. ¿Qué reforma afronta la humanidad en la actualidad?
  2. ¿Qué es lo que ha trastornado el equilibrio del mundo?
  3. ¿Cómo ha de revolucionar a la humanidad el nuevo Orden Mundial?
  4. ¿Podría definir la Mancomunidad Mundial bahá’í?

 

Se nos asegura que el advenimiento de la Mancomunidad Mundial bahá’í es un hecho inevitable. Sin embargo, es esencial que la humanidad conozca las etapas del proceso que ha de atravesar a fin de alcanzar esta meta. Shoghi Effendi explica con claridad al respecto:

 

“ … las medidas defensivas y preventivas que serán creadas, coordinadas y llevadas a cabo con el fin de contrarrestar toda la fuerza de los inevitables ataques que los esfuerzos organizados de organizaciones eclesiásticas de varias denominaciones, iniciarán progresivamente y continuarán en forma implacable; y por último en orden pero no en importancia, los numerosos temas que deberán ser afrontados, los obstáculos que tendrán que ser superados y las responsabilidades que tendrán que ser asumidas, con el fin de permitir que una Fe puesta a penosas pruebas, pueda traspasar las sucesivas etapas de la absoluta emancipación completa, las que, en su turno, la guiarán a que sea reconocida como una Fe independiente que disfrute de un estado legal de completa igualdad con sus religiones hermanas; seguidamente, será establecida y reconocida como una religión del estado, lo cual, a su vez, dará curso a que asuma los derechos y prerrogativas asociados con el estado Bahá’í, el que funcionará en plenitud de sus poderes -una etapa que debe culminar, finalmente, con el surgimiento de la Mancomunidad mundial Bahá’í, totalmente animada por el Espíritu y operando únicamente en directa conformidad con las Leyes y Principios de Bahá’u’lláh..”  -Shoghi Effendi:  El advenimiento de la justicia divina, pp. 25-26.

“Esa mancomunidad, en la medida en que podemos visualizarla, debe estar constituida por un cuerpo legislativo mundial cuyos miembros, en calidad de representantes de toda la humanidad, controlarán en última instancia la totalidad de los recursos de todas las naciones integrantes, y promulgarán las leyes que fueren requeridas para reglamentar la vida, satisfacer las necesidades y ajustar las relaciones de todas las razas y pueblos. Un poder ejecutivo mundial, respaldado por una fuerza internacional, llevará a cabo las decisiones a que haya llegado ese cuerpo legislativo mundial, y aplicará las leyes dictadas por éste, y protegerá la unidad orgánica de toda la mancomunidad. Un tribunal mundial fallará y formulará su veredicto obligatorio y final en todas las disputas que surjan entre los diversos elementos constituyentes de este sistema universal. Se ideará un mecanismo de intercomunicación mundial que abarque al planeta entero, libre de trabas y restricciones nacionales, y que funcione con maravillosa rapidez y perfecta regularidad. Una metrópolis mundial actuará como el centro nervioso de una civilización mundial, el foco hacia el que convergerán las fuerzas unificadoras de la vida, y desde el que se difundirán sus influencias dinamizadoras”.  -Shoghi Effendi:  El Orden Mundial de Bahá’u’lláh, p. 354.

 

Preguntas:

  1. ¿Qué poder animará a la futura Mancomunidad Mundial bahá’í?
  2. ¿Cuál será la responsabilidad de los miembros del Poder Legislativo mundial?
  3. ¿Qué cuerpo habrá de contar con el veredicto final en todas las disputas?
  4. ¿Qué es lo que actuará como nervio central de la civilización mundial?

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